Expresión Libre

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Pintura: Luis Briones


Foto: Leonardo Tellez


Dibujo: Meow María




No hay consuelo / Alba Magariño


Resulta difícil descifrar el mar
entender por qué las olas
pierden la arena
entre sus débiles manos:
tierno dolor de espuma,
rostro salitre que llora.
¿Qué le dice al aire el mar?
¿en qué lengua le habla,
desde el fondo de su vientre,
su mítico pueblo de hijos olvidados?
¿a su llanto de algas y ballenas,
quién los consuela, qué oídos,
qué manos, besos,
qué suspiros?
En su honda existencia,
el mar es cristo:
de siglos atrás viene cargando
cruces hirientes de vela y vapor,
cínicos ojos y cínicos cuerpos,
cínicos versos, cínicos versos…
Dijo dios en su cinismo:
“hágase la paz sobre la tierra”
y se olvidó el mar,
quedó callado,
apenas gime

Droga Nv. 2 / Jesús Gallegos


Las manchas del techo me recuerdan a las aves tatuadas en tus
hombros lamiendo tus clavículas - con coronas de rayos láser y
poemas escritos en el pico - con revólveres azules incendiándose
por plumas - bailando con canciones que escribí a oscuras -
canciones sobre ángeles ahorcados con las cuerdas de mi guitarra
- esa con la que te vestí de notas sucias y riff’s demasiados
largos - con los ojos cerrados - en un ritual chamán donde nos
despojamos del alma - o lo que eso pueda ser - tarareabas con
tus labios rotos - con esos labios contagiados de una tonada
rabiosa de soles amordazados - de gatos negros - de espasmos
adornando tus costillas - de fantasmas pintando tus hombros
- de caballos lamiendo la humedad de la noche mientras te
devorabas mi corazón - aunque mi corazón es un pirámide
infinita maquillada en tu frente - diciendo que no necesitamos
disparos ajenos - tenemos balas para volarnos la cabeza cien
veces - siempre que Saturno rece por estos años confinados en
la irrealidad - por esas treinta pulsaciones de planetas locos en
tus muñecas - que somos nosotros escribiéndonos poemas en
la plantas de los pies - por esos cuarenta gemidos envueltos en
papel cielo dispuestos a ser inhalados - por esas diez terremotos
en tu pelvis y en cada una de las partículas que forman esta
rara escena de amor - donde dejamos y tomamos todo - como
la crucificados en tus caderas - esa cruz metálica - una cruz de
arena - una cruz sexual pintada con los dientes - la canción de tus
besos retumbando en los relámpagos -ritmo para ya no dibujar
con sangre de caballos en las calles - para delinear manchas
de jaguar a cada espejo de nuestra juventud - cada pastilla
de rabia que ingerimos para volvernos atemporales - cada
palabra que rompimos para dar a entender que no sólo somos
chicos drogados - sino chicos drogados prendiéndole fuego a la
moral - chicos drogados bailando en los labios del diablo - chicos
drogados escribiendo poemas en los colmillos de la ciudad - chicos
drogados besando la oscuridad - chicos drogados pintándose
la muerte en los labios para correr por este país a punto
de incendiarse - chicos drogados volviéndose infinito porque se nos
dijo que no nos estaba permitido serlo - chicos drogados en un slam
 de luces frente al mar - las calles tildando el aliento a un monstruo -
durmiendo en una cama de púas dentro de una caja en forma
de vientre paquidermo - pensando en la injusticia tanto como
en las piernas de mi vecina - bengalas a medio trance hipnótico
de ángeles armados - no pienso escribir sobre el futuro - tengo
pánico a dejar de bailar - de ver a mis amigos adormecidos - ver
fantasmas cruzar frente a mí con vestidos de escamas negras - la
noche tiene tu aliento y todas tus enfermedades - detesto pensar
que algún día seré estático - que despertaré con la misma sonrisa
con la que dormiré - que no lloraré ni tendré ganas de dispararme
en meses - que la oscuridad sea una mancha infinita orando en
un idioma extraterrestre – que ya no tendré ganas de pintar
coronas de estrellas negras en mi generación - en las flores y sus
esqueletos cazando delfines para desayunar - esto lo escribo aún
desde una ciudad que vendió el alma - que está siendo moldeada
desde un cuarto a oscuras - desde manchas en el techo que son
tu nombre mil veces en bemol y en espirales y en alegorías
del no-bien no-mal - desde las horas infinitas que pasamos
pensando en cómo incendiar un poema hasta las horas que
pasamos incendiando los poemas - desde la orilla de la irrealidad
lanzando epidemias literarias para bailar en los cráteres de
la poesía - en los tsunamis del futuro que serán programados
para desaparecer gente - en los huesos de origami con forma de
Angelica y sus tatuajes de aves - y los colapsos entre huracanes y
terremotos que tenemos en el cerebro - entre vivir encerrados en
esta recámara suficiente tiempo para perder la razón o abrirnos
el pecho estrellarnos contra las paredes y volvernos manchas
para recordar aves tatuadas en los hombros de alguien más

De adentro hacia afuera / Cecilia Ibarra


Dejare que esta noche
me envuelvan las letras
aquellas palabras que grita el alma
mas no puede expresar
esta soy yo, mujer
con miedos, pero también valentía
con la vehemencia
de enfrentar al mundo de allá afuera,
quien crea por alma rota, frustrada…
quizá… enamorada
dicen como una tonta,
pero orgullosa de mi sentir me encuentro
contando las estrellas, así como los pasos
que doy en el camino hacia el destino
incierto y bien planeado que tengo,
se alza la voz en mis adentros
la mujer dormida quiere despertar
pues sabe que las cosas no van bien
con aquella que escribe ahora,
despertar y desgarrar una mente,
pues razón tiene Picasso al decir
¨ A veces deberíamos arrancarnos el cerebro¨
de adentro hacia afuera
se escribe, alma
de adentro hacia afuera se escribe ahora.

Mujer de grafito / Víctor Hugo Medel Gómez


Toda pálida
De contornos oscuros
¡La dibuje en su tumba!
Su cabellera negra
Los hombros rígidos
Sus manos santas
Pero qué mujer tan hermosa
Descansa en mi hoja
La dibuje para ser eterna
¡Pero resulto estar muerta!
Mujer de grafito
Con piel de papel
Mujer de mis sueños
que veré arder
me siento culpable
que por tan poco tiempo te ame
prendo una cerilla
para quemar nuestra hiel
mujer de cenizas
Espérame
Que un día contigo
Ceniza seré.

Elizabeth Muñoz


Extraño tu risa, parecía cortar tus mejillas
Y llegar al borde de tu cara
La brisa de juventud que cubría nuestros rostros,
Saber que estabas oculto en mi mente me tranquilizaba
La soledad acompañó nuestros anhelos,
se perdió aquel sueño
Y tormentos acompañaron mis silencias,
Las puntas en mis labios callaron mis deseos
¿Escuchas el silencio?
Un grito desesperado clama que lo escuches
No sabe callar
Corazón sin dios dame un lugar…

No hay Devoluciones / Hugo Emiliano Cruz Lameiras


En las franjas del tigre,
Se haya un homenaje a la sorpresa,
Ha sido inventado por el este lenguaje,
Reescribe las reglas de la naturaleza,
Creando presas analfabetas.
Miro las piedras al fondo del lago,
El agua revela engañosamente su profundidad.
Una manada de orcas rodean la luna,
Preparándose para polinizarla,
Una orquídea ha abierto bajo tierra,
Buscando la sombra,
Huyendo de la atención.
Un búfalo golpea la tierra a la velocidad de la luz,
Anunciando la precipitación de aquella nube,
Que parece piedra, como mencioné.
Por eso es que he dudado al mirar mi reloj,
He comprendido que el tiempo,
Es el que nos ha estado midiendo,
Y son mis nervios los que al miedo secuestran,
Para ser alterados incontrolablemente.
La naturaleza nos ha jugado una mala broma,
Nos ha dotado de inteligencia para comprender,
Que no comprendemos nada,
La naturaleza nos ha cobrado por adelantado,
Y no hay devoluciones.

Un poco de... / María Jesús Mendez


A veces estoy, a veces no soy.
A veces te quiero, a veces me muero.
A veces te extraño, a veces simplemente no.
Y Cuando hablamos, divago
Y si me miras, me pierdo
Y si sonríes, ¡Auxilio! ¿Qué hago?
¿Acaso esto es normal?
¿Convertirse en idiota en parte del plan?
No quiero ser bipolar
Quiero ser tal cual
No matar a las mariposas
Sólo pilotear su vuelo.
Experimentar esta contrariedad
Tan natural
Me hace sentir viva
Me hace sentir... ¡genial!

La mayor de tus mentiras / Luis Mario


Todo a lo que temen los hombres repta, por las paredes de su 
aislamiento, por las cortinas de su cuarto que se corren cada
día de sus vidas.
Enfilados, se quedan mirando, el túnel negro adornado con
colores festivos. Cuando abras tus ojos verás el miedo de color
carmesí del que te hablado, del que me he burlado.
Tú sabes ahora más que yo, tú has preñado de deseos febriles
sus corazones serviles. Les has domado como animales con
palabras dulces, amortiguados caen, pero no deja de doler el
golpe que reciben.
No hay alternativa ni culpa merecida, el mal ya existía no
había vuelta atrás, le decían ustedes “vida”.

El hombre no dibujó la silueta del deseo culposo, ni siquiera
pudo tocarla, le dedicó unas cuantas palabras y se marchó sin
decir nada. Fue rechazado, pero por muy seducido que se viera,
su morar había prometido no permitirse que nadie lo supiera.
El primer hombre le dedicó una estatua a su cara reflejada, le
dijo que era alegría y cayo a risotadas de la cama. Fantaseó con
el rencor que tenía, y sin una menor duda, de que le motivaba
la alevosía, se dijo atorrante que no permitiría que hubiera un
ápice de calma, para quién, a saber, ha dejado torturarse su alma.

Ni al rojo vivo quema tan rápido, el oído del perdido, quien
ha movido con engaños tantas montañas, no tendrá paz
ni aunque cierren sus pestañas. Donde la negrura de su
corazón pasivo se verá conmovido, no será con la sangre del
asesino derramándose en su cuerpo cansino, será después con
merodeadores y mendigos de fama, mostrando en el cristal
de una pantalla, los méritos que todos ven en él, su culpa
siendo depredada, mientras su silencio le avasalla nosotros
guardaremos con recelo, su expresión aterrada.
El deseo de venganza, adornado con su demencia tardía es
 la fortaleza de su vida, del hombre sin conciencia tranquila.
Disfrutará de su fortuna, pero esa culpa no lo dejará, cada
vez recordará más en vez olvidar como es normal a su edad.
El habrá caído al mismo abismo, presa de esa culpa que él
mismo creó, culpa que le atormentó, como una enfermedad,
pero embelesado en vez preocupado. El dolor de todas personas
que creyeron su mentira punzara en su corazón como el alma
maldita que fue en vida. Te tenía en la mira, te doy hoy la
bienvenida, tierra de nada y todo de ambición y miseria,
Quiero saber mi nombre, contéstame sin histeria, quiero saber
si me reconoces, soy la mayor de tus mentiras.

Por hoy quiero ser el viento / Cynthia Patricia Rodríguez Romero



Quiero viajar a través de mis sueños hasta llegar a ti,
Deseo abrazarte tanto hasta que en mi alma desaparezca el miedo,
Espero estremecerme suavemente en tus brazos y no mirar atrás...
Escucharás los latidos de mi corazón cuando te acerques
porque se llenará de gozo.
No quiero que nadie interrumpa nuestro encuentro...
El que el destino diseñó para dos.
Por hoy quiero ser el viento,
para acariciarte intensamente
sin que nadie más que tú se dé cuenta.
Me acercaré a susurrar tus oídos con melodías de amor puro y sincero,
Besaré tus labios con la misma ternura con la que me besas tú…
Seremos uno solo aunque todos nos estén viendo,
Temblarán tus manos cuando se fundan con las mías…
Las elevaremos hacia el cielo.
Por hoy quiero ser el viento,
para acariciar tu bello rostro cuando te sientas cansado...
Quiero que conmigo sientas paz.
Buscaré caminos donde no los hay, por estar contigo una eternidad.
Moveré la tierra, sacudiré la mar...
Subiré montañas, aguantaré tormentas,
pero seguiré luchando para que nada nos pueda separar.
Porque eres importante y te sabré valorar.
Por hoy quiero ser el viento, para poder amarnos cada día más.
Te prometo que jamás volverá el vacío, ni la soledad...
porque nuestro lazo de amor, cada noche se reforzará
como aquella roca fuerte que se forman en el centro de la tierra.
Por hoy quiero ser el viento, porque lo que el creador bendice,
nada ni nadie lo puede derrotar.

Escritor roto / Francisco Jesús Barajas Macías



Hoy las palabras no surgen, los sentimientos no pueden ser plasmados. El humo de cigarro quema mis ojos ya vacíos sin sentimientos que expresar, la música suena pero no identifico, no escucho; la música de Vivaldi, de Tchaikovski no mueve mis sentimientos ni dan la chispa de inspiración. ¿Qué es lo que pasa? ¿Estaré mal?, ¿estaré descompuesto? Me miro al espejo, la misma cara mismas expresiones, ¡no noto nada diferente!
Al intentar escribir pierdo inspiración, y término haciendo una repetición, las mismas historias nada nuevas nada diferentes ni lleno de inspiración, como lo fueron mis primeros relatos, mis primeros poemas. “Carecen de vida”. Tomo pluma y lápiz, hago un pequeño relato sobre la existencia... ¡Que había escrito!, no lo recuerdo, preferí romper la hoja y desecharla, prendo otro cigarrillo e intento imaginar un relato que no sea repetitivo o falto de coherencia. ¿Siento que algo falta? Por un momento me sentí realmente inferior, recuerdo lo que me inspiro a escribir el relato existencial, fue la misma razón por la cual el sentimiento no surge (Si falta algo. Pero, ¿qué es?), creo que esto va de mal en peor, escribo esto mientras platico con el perro para ver si encuentro inspiración (como si el perro tuviera la culpa).

Basta con una decisión / Sophia Smawley


Evito las ventanas para no ver al sol irse
Para no extrañar los días
Evito las personas para dejar de existir y existir para mí
Para no extrañar la vida
Lo hago un concentrado, sabe tan poco, no cargaré con deudas por siempre
Las letras de mis libros parecen más ideas que sujetos.
Salí de la tv cuando me vi moverme sin hacerlo
Hacia todo sin moverme
Los que ven la gravedad cuando caen las cosas
Pueden ver a los sandwches nacer del refri
Debería dejarte entrar cuando sea tiempo
Cuándo es tiempo?
Tomalo enserio,no lo tomes en serio
Y la nada es algo absurdo
Desidir no ser, ser la cosa más productiva del universo
Desidir para un segundo, para siempre, amor.
Tener el atrevimiento de hablar más fuerte y no decir algo importante
Devuelve el primer pensamiento que aparece cuando dejo de pensar con conciencia.
Devuelve la oscuridad, nada espera por nosotros.

Me sentí viejo a partir del tercer paso / Paul Carrillo


Ya entonces| los caminos
eran jardines raquíticos|
ninguna viuda de nube|
se apoderaba de mí
última cárcel| del parpadeo
la primera noticia sobre la muerte
lujuriosa jauría| de indecisiones
eran los días| cómo era posible
al cuarto paso| que yo ya supiera
que pensar| es tropezarse
que el perfume| de la vida|
es una mariposa quemada|
soñaba con despilfarrarme el nombre
y nunca dejar de creer
que somos menos raíz| que rama
aquella mañana| en que mi risa
era un relámpago
en peligro de extinción.

Tiaret Yanin Medina Esquivel


Existen cosas que no es necesario que demostremos, en silencio
mantengamos, la poca o mucha dignidad que nos queda, pues si
al infierno vamos que los secretos nos aten al fuego eterno y los
sentimientos libren el extenuante fulgor de las llamas, lleva este
balseo en el interior un loco, loco de amor, quien en llamas corre
intentado llamar la atención.

Rafael Parra Ríos


Generaciones pasadas una tras otra sentenciando la voz de la razón
Calladas por la santa iglesia católica romana
No olvidemos la santa inquisición nada en contra de la religión
Pueblo que tus ojos vean estrellas y no nubes de plomo y aluminio
Y es que pido que mis hijos pisen tierra y no cemento
Culpa tiene el gobierno
Pero más el obrero siendo explotado defendiendo al patrón cual papel de cerbero aplica en este infierno
Defendiendo al gobierno de este mundo enfermo
Dejar atrás el criterio propio para encajar en un grupo
Y ser parte de este sistema sin visión y no es casualidad que las modas impuestas a seguir te lleven a la perdición
Y si la ficción supera la realidad es porque primero fue una visión de ficción mostrada en televisión y así copiada y puesta en acción en esta civilización por aquellos que dejaron atrás la razón para ser uno más del montón
Y así aminorar la población
Con métodos con alto nivel de cobardía
Niños en manos de padres empapados por una lluvia informativa retorcida por la caja que idiotiza
Alimentados con mierda industrial comida enfermiza
Cómodo rápido y sabroso es la filosofía de esta city Y es que todo ha sido impuesto que mi mundo sea loco y retorcido no significa que el suyo sea el correcto.

Tlalli Lugo Ortega


Tal vez quieras vos, quedarte ahorita
Pero no sé decirte lo que mi alma necesita
No siempre puedo ser la que te gusta, tu bonita
Cuando me encuentro sola mis demonios resucitan
Y es así como pasó mis noches,
Pensando en mi vida a través de los años
Pero al llegar la noche, platicar, eso lo extraño
Procuro no llevarte de mis labios hacia afuera,
Pero puedo tocarte en mis canciones cuando quiera
Maquillo mis temores con una risa sincera
Por favor no te vallas, no es una noche cualquiera
Yo solo sé del amor lo que se dé la muerte
Que aunque no me ha llegado,
Sé que está cerca siempre.

Comunidad alternativa / Samuel Rodríguez


Los camiones de ruta tienen
la fama de transmitir música
de muy mal gusto, pero el
día de ayer fue la excepción.
Todos los pasajeros
veníamos concentrados
escuchando una playlist con
las canciones más
nostálgicas que he
escuchado en la vida.
La cosa más extraña sucedió,
cuando pasamos por una
taquería y vimos a un
hombre rebanar, sin ningún
remordimiento, la carne de
cerdo que tenía apilada en el
trompo. Todos los pasajeros
(sin excepción) soltamos el
llanto. Fue una revelación
existencial. Una sensación
de comunidad nos invadió a
todos. Al poco rato me llegó
una notificación: “la carga de
tu batería está por agotarse”.
El resto del viaje nos fuimos
escuchando el sonido
metálico de la ciudad.

Fuiste sólo mía (2) / Saturnino Ruíz Roque


Sigue en mi corazón la hoguera encendida por la chispa de tu ayer
la distancia, las diferentes circunstancias no podemos ya vernos
femenina figura que tantas veces me ha obligado sacar del abismo
mis íntimos sentimientos arrancados del corazón dentro de mi ser
primaveras han cambiado mis ensombrecidos otoños e inviernos
vendrán otras estaciones del año y jamás volveré a ser el mismo
pero ya mis lejanas lozanías tu cara, tu esbelto cuello, tus mejillas
de tu cuerpo mármol de alabastro que toque tantas veces de frío
sentí latir al unísono, tu corazón y abrazar tu pecho junto al mío
dijiste adiós sin sentido, he vagado, caminado del mar en sus orillas
me puse a contemplar el vasto horizonte, agrande mi pena sin alivio
amada mía deja verte la última vez, muero y es lo último que ansío.

La palabra / Tonatihu Z González Ruíz


No es la palabra, la palabra carece de sentido,es arbitraria, muda
de piel con cada espacio y cada tiempo. No hay palabra que siga
regla, juega entre ser y estar, así es la palabra es un laberinto de
significados, dolor, sacrificio, amor, paz, guerra, libertad.
No es la palabra, es la persona, es la concordancia entre lo dicho,
y quién lo dice, se debe ser la palabra, decirla correctamente,
y saber que hay palabras que nos llenan toda la boca y se nos
resbalan por los labios, nos cubren y nos sobrepasan, y otras que
nos quedan chicas, y se atoran entre los dientes, como molestias,
como caries, por que no sabemos decirlas, medirlas o no nos
pertenecen, les falta significado para nuestras bocas y
nuestro ser.
Nos hacemos de la boca chica, ante palabras grandes, y nos
atragantamos con palabras chicas, cuando las mentiras son la
garganta que nos creamos.
No es la palabra, es la persona, uno mata y da vida con la
misma palabra, uno hiere y sana con una misma armadura
de abecedario.

Edificio IX / Manuel Rayas


Porque de vernos entre las manos las cosas
Porque las cosas tiemblan del infierno
Porque las cosas entre -vernos de las manos
Porque de temblar el vernos es infierno
Porque simple la soledad mente nos invade
Porque la invasión de las historias viejas de la mente
Porque de ancianos viejos somos cuartos
(Nombres sin sitio)
Porque el olvido es la más común de las historias
--- Porque las historias viejas de la mente
Se quedan en el olvido sin sitio
Porque hablo sin ser nadie
Porque de éstas cosas nadie habla
Porque estoy en el lugar de algunas cosas
Porque para hablar sin ser lugar,
Ni cosa necesitas de estar
Porque las cosas somos el lugar del habla
Porque me miento pensando que me escuchas
Porque miento para que creas que existo
Porque otro escucha, miente para que yo lo vea
Porque entre- veo y escucho que me mienten
Porque la realidad es otra pensada mentira
Porque si creo la realidad pensada es otra
Porque invento el camino de un leguaje nuevo
Porque dejo atrás el silencio eminente
Porque vamos inventando un viaje en el habla
Porque del invento vuelvo a caminar de nuevo
Porque el motivo del viaje en el camino
Es entendernos
Porque es inminente la necesidad de hablarnos
Porque me llenas de cosas que no me tocan
Porque las cosas son tristes en un mundo frio
Porque nos quita el frio tocarnos las cosas
Porque sentirnos de lleno es tocar el mundo
Porque el mundo se toca quitando a las cosas
Lo tristes y frías
Porque el lugar de las cosas es el mundo.

¿Dónde está la poesía? / Guillermo García Galeno



Esto...
No es la noche estrellada
Ni los últimos versos
que yo le escribo
ni nací a los treinta tres años
bajo las hortensias
y los aeroplanos del calor
mi padre no era ciego
ni mi madre hablaba como la aurora.
¿Dónde está la poesía?
Nací en un país
oprimido desde su prehistoria
mancillado por sus gobernantes,
desmembrado por su vecino
heterogéneo en costumbres
sabio en sus interiores
rico en naturaleza
y últimamente adormilado
¿Dónde está la poesía?
Una flor me dijo:
mira a tu alrededor
y dime ¿qué ves?
Veo un desierto,
mucha pobreza,
y destrucción
¿Dónde está la poesía?
Ahí donde tú miras destrucción
veo esperanza.
y la esperanza es la conciencia
de que todo está en movimiento
donde ves pobreza intelectual
veo talento en potencia
el desierto que ves
es para mí la presencia
de un modo distinto
en que se preserva la existencia
¿Dónde está la poesía?
No pretendas encontrarla
Si tienes los ojos cerrados.

La vara / Jesús Alfonso Silva Iñiguez





Teníamos mucho tiempo visitando a mis abuelos casi todos los días. Cuando íbamos de visita era común que nos quedáramos a dormir, una de esas veces estábamos viendo la televisión antes de acostarnos. Pasaba lo habitual mi abuelo rezaba el rosario en el pasillo de la entrada y la puerta del patio estaba cerrada con una tranca; esto debido a que una vez se metieron a robar, por ese lado de la casa. Era una finca antigua, donde vivían mis abuelos y contaba con dos entradas, una por el lado de la sala y otra por el pasillo donde mi abuelo siempre se sentaba a rezar en una de esas sillas tejidas con hilos de plástico y armazón de herrería, cómodas sólo para algunos.
Mi hermano y yo nos reíamos del programa que estábamos viendo, que era un programa de variedades de la barra nocturna de aquellos años, algunos de nuestros sobrinos que vivían a unas casas también estaban ahí, pasábamos un momento muy agradable en familia, cuando de reojo vimos una rama volar que venía del pasillo que a su vez era un cuarto, que comunicaba los dos lados de la casa, al oír el estruendo de la vara nos paramos para ver quién la había aventado salimos rápidamente a ver si alguien estaba en la entrada o en la sala pero todo estaba en su lugar la puerta atrancada mi abuelo rezando y le preguntamos si vio a alguien pasar pero negó con un movimiento de cabeza. Después de revisar exhaustivamente por toda la casa y no encontrar nada decidimos regresar el pequeño trozo de madera a donde los tenía mi abuela, esos troncos los usaba para hacer un preparado especial que mi familia comercializaba para evitar la oxidación de equipos industriales, una vez que dejamos todo en su lugar regresamos a sentarnos pero aún no nos acomodábamos bien el sillón cuando otro pequeño tronco atravesó la sala esta vez corrimos aún más rápido para buscar al que estaba haciendo la travesura pero no encontramos nada, tenemos varias teorías al respecto de que ocurrió esa noche pero ninguna nos termina de convencer, hasta la fecha no puedo decirles que pasó, Sólo contar lo que vi y oí.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Meow María


Isla Limón


En Holbox / Payus


Isla Limón




Lo que no ocurrió


Elizabeth Altamirano

Y qué si deposité todas mis penas en un baúl.
Un baúl sin llave.
La perdí o la quemé, es pregunta.
Pregunta, pregunta, pregunta. Más preguntas sin respuesta.
Deben de estar en ese baúl.
Baúl rojo, candado que no cerraba bien pero funcionaba.
Funcionaba como tu sonrisa, medio de mentiras, medio de verdad.
Funcionaba como nosotros, entre sueños y realidades.
Y qué si no encuentro las respuestas, ni la llave, ni las penas.
Pero el baúl sí.
Baúl rojo, desgastado, asustado.
Tan asustado como tus ojos, como tus manos.
Desgastado, asustado, rojo, así como las penas, como las respuestas.
Como tú y como yo.
Los sueños y las realidades siguen ahí.
Debajo del colchón. Del colchón junto al baúl.
Te espero pero no. No tienes la llave, pero sí mis penas.
Desgastado, rojo.
Como mi cabello cuando me dijiste por milésima vez que me amabas.
Y te guardé. Te escondí.
Junto a las penas, al colchón, a las llaves, a las esperanzas,
a las respuestas, a los sueños.
En el baúl.

La ciudad de los autómatas


Luis Mario

El entorno transformó sus caras con impresión, con la impresión de los arboles convertidos en hojas de papel donde se escuchaban los gritos a los que daba lectura su nota mental. Era un escuchar letal de transformación de un amasijo de carne e información sin un poco de sentido, de sentido contrario para ver correr a las bestias de metal dominando a sus jinetes, mientras recorría parajes de tiempo, de madurez sorprendida con su origen, un origen inventado y vergonzoso, donde los animales se burlan de nosotros. Han alcanzado a apreciar la vida que nosotros hemos perdido, y ¿Quiénes somos entonces? Ni por la ciencia fuimos más bestias de lo que ahora nos jactamos de ser, se nos ha fundido el acero en el cerebro, como un monstruo de ficción, sin comprensión de lo que ha movido su ambición.
Es la ciudad andante sobre engranes de reloj, la que hoy ha amordazado el ultimo quejido del planeta, la que ya no teme nadar en alcohol radiación brillante como luz de día. Se ha creado una nueva serie de hombres en masa: Hombres de fuerza descomunal, y corazón tan frio como el acero, pequeños monstruos de ficción exhibiéndose en cada esquina, es el hombre moderno habitando la ciudad de los autómatas. Potenciada con las creencias paganas en un dios de baterías y un pozo de promesas vacías.

Despedida insuficiente


Isabel Carrillo

Antes de que me vaya, como siempre,
déjame besarte innecesariamente,
para que en el ocaso de nuestros labios
perdure nuestra pasión insolente.
Antes de abandonarte,
como en todas las lunas de marzo,
permíteme apagar este deseo
entre tus muslos indomables.
Antes de mirarte por última vez
quiero arañar tu vientre
sacudirte los gemidos
y plantar en tus raíces mariposas azules
sofocando tus conflictos, tus manías, tus ansiedades.
Antes del adiós indefinido
antes de parar este amor inexplicable
déjame contarte los universos que te habitan
y las gotas de lluvia que mojan tu guarida.

Fuiste solo mía


Saturnino Ruiz Roque

fuiste ayer en mi vida solamente la estela de
la cometa y estrella
fuiste primavera que pasa, esplendorosas
figuras, luces, colores
manantial, llama, ideal e impenetrable
fortaleza que guardaste
nunca sabrás este dolor que me ha
causado tu ser que destella
inalcanzables alegrías que pudimos tener,
tantas veces dolores
perdimos por ambos la oportunidad que
completamente dejaste.
días tristes, gozando siempre en las
brillantes mieles de tus ojos
ensombrecidas tardes las cuáles mi
espíritu te buscó tantas veces
cuanto encanto encontrarte, tan afines y
a la vez tan diferentes
victorioso vuelo de la imaginación y
unísona voz de enamorados
fuiste fuego donde el dolor halló
refugio, encantadoras voces
la imperceptible quietud del viento deja
de tu voz tonos suaves

En sus brazos nada podría pasar...


Lizz Evans

Se consume el tiempo en mi reloj
las manecillas avanzan frenéticamente
y mi mente no concibe la calma.

Soy un caos emocional, hormonal
todo lo siento y vivo con mucha intensidad,
no lo puedo frenar.
Lagunas mentales
enojos, frustraciones
vista nublada,
bilis
sangre.

Nada tiene orden en mi mente
torbellinos atacan mi materia gris
y mi zona de confort, de calma, seguridad
hoy la siento tan lejana, fría, sola.

Internamente deseo tanto ese cobijo
esa voz que me trae de vuelta al presente
que me dice que todo estará bien
que en sus brazos nada podría pasar.

Derrumbaré la fuente de veneno en mi vida
despedidas, llantos... finales.

Pero contigo no sé qué hacer.... me resisto... no quiero.
Te quiero.

Edificio VIII


Manuel Rayas

SI TODO FUERA VACÍO
SI NO HUBIERA COSAS QUE TOCAR
SI DE PLANO ESTUVIERA HASTA EL COLMO
SI EL DESAMPARO DE LAS PRENDAS FUERA LA DESNUDES

SI EL TIEMPO INCONMOVIBLE
FUERA MÁS QUE MANECILLAS
DESPIDIÉNDOSE POR CADA HORA

SI LOS BESOS NO TUVIERAN
COLORES POR LA NOCHE
Y CUANDO ACABARA EL DÍA
NO HUBIERA NI ARRIBA NI ABAJO

SI DE LUNAS ESTUVIÉRAMOS CALLADOS
POR LA FRENTE
SI NO RECONOCIÉRAMOS NI EL NEGRO
NI EL BLANCO
SI DESPOJADOS DE LAS COSAS
NO TUVIÉRAMOS NI PALABRAS (NI SÍMBOLOS)
SI EL HUMANO FUERA UN ALGUIEN
QUE NO DIJERA NADA

__ NI UN INJERTO DEL TOPACIO __

SI EN LO GOLPES NO EXISTIERA
MÁS QUE SILENCIOS

SI EL FULGOR DEL SOL NO SE ENCONTRARA

SI LA PERLA MÁS FINA
FUERA IRRECONOCIBLE EL AGUA

SI DESDENES LLANOS
ABRIERA CAPÍTULO SILENCIO
SI LETANÍA SIEMPRE
INMEMORIAL FRACASO DEL INVENTO
SI BATALLA FANTASMAS
HABITARAN CADÁVER ESPEJO

SI VUELVO MEMORIA
DECIR PRINCIPIO INCIERTO
SI ORADO MOTORES
CATALEPSIA OLOR PADECIMIENTO
SI FUEGO ADENTRO
HORRÍSONO CORIFEO
SI ÓRBITA CUERVO
FLAGRANCIA CARROÑA DESTIERRO

Si marcha atrás
Adelante dejo
Exhuma criatura soledad
Si resto signos
Perdón confieso ladrón
Si robo orfanato nacido
Donación empeño sepultura
Si llego abierto al final locura
Frontera Cruz o línea imagen
Si nación unida
Circulo desierto yermo
Si reflejo eje sol
Sistema espiral bocanada
Si calle ando
Paraje incertidumbre pago

SI CALZO MUNDO
CUÑA BRAZOS ALTOS
SI LLORO MEDUSAS
ESPUMA A-MAR REPOSO

Si delira padre
Tremens canta orco
Si soez resbalo
Cañada zancada paso
Si pienso morir
Soñar tropiezo duermo

SI DUERMO PIENSO QUE MUERO
CRUCIGRAMA CANTO

Realidad surrealista


Cecilia Ibarra

Déjame abrir el ojo de agua
Que nado soltando versos
Como nereida buscando tu reino,
Dormir en tu lienzo hasta el guion final de mi vida
Y si la vida me da más vida
Que sea en tu mirar
Aunque muera en los agujeros negros
De tu rostro,
Poder deslizar mis dedos
En el oscuro cielo de tu pelo
Como gotas de roció se deslizan en tu piel
Si mi vida venturosa y pintoresca
Se pinta de grises y rosas
Será por las letras del camino
Pues incierto es el destino.

Es cierto que el mundo es incierto


Paul Carrillo

Una vez vi a una niña arrancarse de los ojos orquídeas 
pasábase la orilla del mundo entre sus dientes y dábase saltos
del tamaño del cielo.

Allá venía la madre a lo lejos la abuela triste que era ella
misma pero era como si la niña fuese que dijéramos.

Pajarraco de hielo volando hacia el sol yo aplaudía sin manos
estaba como loco.

Y aquella santa entre centellas imprimiendo el evangelio del
sexo el pánico de los eclipses de pecho.

Y otra serie de ternuras e intemperies mundos nuevos
diminutos en las orejas de esa niña.

Cuando llega la madre andrajosísima y la abuela triste que era
ella misma en fin que la niña cual copo de nieve en primavera.

Voy a ser


Jesús Gonzavelaz

voy a ser... no un citadino que impera
ni tampoco, autómata inhumano
hijo de la vida ramera
hijo de tierra invadida, trago vano
voy a ser
quien, la indiferencia mercurial
mengüe
ademas, manifestar que, todos
sienten
no hay quien sea un androide
todavía...
siegue al ras:
los sueños transcurridos
y ulteriores.
lo visceral de la ira y el amor.
quien podría:
las células en nuestro cuerpo,
fundirlas en fino metal, trasplantarlas
a todo ser, sin ser robot...
darnos, independencia cuando se avecina un cataclismo emocional.
voy a ser... todo... menos inerte metal.

Tercer Adiós


Mary Mezeta

“Para mí el adiós no fue una separación ni una partida...”
                                                               -Esther Seligson


No son el deseo, ni la lujuria
los peligros de la carne
sino los silencios, las pausas
duras como rocas,
lanzadas al aire.
Son labios que nunca dijeron
adiòs...

Despedida insuficiente


Isabel Carrillo

Antes de que me vaya, como siempre,
déjame besarte innecesariamente,
para que en el ocaso de nuestros labios
perdure nuestra pasión insolente.
Antes de abandonarte,
como en todas las lunas de marzo,
permíteme apagar este deseo
entre tus muslos indomables.
Antes de mirarte por última vez
quiero arañar tu vientre
sacudirte los gemidos
y plantar en tus raíces mariposas azules
sofocando tus conflictos, tus manías, tus ansiedades.
Antes del adiós indefinido
antes de parar este amor inexplicable
déjame contarte los universos que te habitan
y las gotas de lluvia que mojan tu guarida.

Serendipia


Ma. Guadalupe Martínez Bernal

Hoy es el día
su pétreo corazón
así lo supo.
Segura que hoy sería
visos y visiones tuvo.
Cual sibilina erudita
perdedora neófita
presurosa a la cita puntual.
Inopinado encuentro.
La mujer-poema
un tal hombre
con costras de tinta.
En ascuas húmedas
una pausa azul pactaron.
En lienzos hambrientos.
su pasión plasmaron.
juegos malabares.
Barrenas eternas infinitas.
Huellas del deseo.
Caprichos de la usura.
Solo apellidos
del diluvio quedan
O ¿quedaron?

Corre


Jesús Alfonso Silva Iñiguez

Eran casi las 10 de la noche y ya no quedaba nadie en la barranca, estábamos solos Tania y yo tratando de llegar a la cima. De repente surgió un resplandor blanco de entre la penumbra, no sabíamos que era; al acercarnos pudimos ver que era una mujer con una túnica blanca, le preguntamos que si estaba extraviada, a lo que ella respondió dándose la vuelta:
 
 -Los que están perdidos son ustedes y no tienen salvación.

II


Vianet Lagunes

Un desconocido es nombrado nuestro salvador cada sexenio
y cada sexenio,
necesitamos ser más salvados que el anterior
Ha repasado una campaña utópica con ademanes controlados
pero olvida que:
no se pueden digerir discursos grandilocuentes
con el estómago reducido
Y así caminamos,
entre histerias no resueltas e impiedad
en un grito atemporal suspendidos
En ésta patria de credo versátil
y memoria estéril
Arrodilla
entre bestias que colapsan contra su espalda
mientras sumen la vara de la justicia y la verdad
hasta el fondo de su garganta destrozada
No hay amen que alcance
ni más cielo entre el gris
No hay mentira que subsidie esta hambre
tanta tragedia, tanto dolor
Y el silencio que se concentra rabia en sus ojos
revienta la náusea entre sus dientes
Hasta que, se ahogue en sus propios gritos
… o de su sangre brote un corazón.

Oda al feo


Yoyi

Virtuoso todo aquel que a la vista no sea grato,
que disimule sus encantos con fervor
que repulse a la vista igual que al tacto;
que sea viva imagen del horror.

Una presencia denostada por doquier,
con una apariencia fútil y cansada.
Deambula por esta vida sin estar con quién
Con el azar como suerte atada.

Que su fealdad al mundo asombre
Y su melancolía erice la piel
Que la soledad a su alma y cuerpo azote
Hasta que su amargura sea vertida en tinta y papel…

Porque feo era Dante, con esa gran nariz,
mientras susurraba odas inspirado por Beatriz;
Y qué decir de Petrarca, hombre de rancia cara
Que cantó su amor a Laura sin que ella si quiera lo fumara…

Porque el feo de la soledad es fiel
Y el solitario de la melancolía es presa
El melancólico sufre a través del papel
Y como verán la fealdad hace así al poeta…

Mujer Salvaje


Meow María

Soy la mujer salvaje
La mujer jauría
Soy un cardumen
Una parvada
Soy una estampida de alaridos
En sincrónica discordancia
Soy una mujer que implota
Como erupción volcánica
Soy promiscuidad indómita
Impúdica desnudez
Soy la dueña de mi nicho selvático
Que dentro de mi sexo convexo
Soy reverso y anverso
En anacrónico vaivén
Soy cántico de amazona
Cuando me convulsa la voz
Y galopa en mí la noche
Como garganta desbocada
Como cabalgan en mi boca
Los plácidos sonidos de la antropofagia
Y te devoro con mí flor carnívora
Cuando el pulso de mi vientre reverdece
Y florezco como orquídea salvaje

Crítica de sentido


Samuel Rodríguez

La crítica implícita de ésa vaca
conmueve lo profundo:
dónde nacen los supuestos
Mastica alfalfa
como si no existiera el tiempo
ni la historia
como si ésa fuera su función sustantiva
mientras su dueño
la prepara diligentemente
para la muerte
No me canso de encontrar postales
como éstas
dónde la realidad
no parece filo cortante
sino crítica de sentido

El poeta de ojos tiernos


Cynthia Patricia Rodríguez Romero

Un alma llena de bondad, inteligencia y sabiduría.
Fiel y disciplinado en su doctrina.
Todas las mañanas, cuando empezaban a verse los
primeros rayos del Sol, a la hora que las mujeres salían a
comprar leche fresca, pan recién horneado y tortillas
calientitas, lo veían pasar puntual y apresurado,
apoyándose de su bastón, para recibir la primera
comunión de cada día.
Sus ojos eran espejos de amor,
su voz de ternura y su canto era poesía
para todos los oídos que a lo lejos lo escuchaban.
Su sonrisa era una de sus tantas cualudades.
Buscaba siempre la manera de transmitir la palabra
a todo aquel que estuviera a su alcance.
Leía diariamente en voz alta,
hablaba poco, pero sus palabras
eran portadoras de fe, paz y admiración.
Consagraba sus noches sabatinas
para contemplar a su amo,
siguiendo firmemente
su ritual de crecimiento espiritual.
Los niños, adultos y jovencitos buscaban su compañía,
ansiaban escuchar sus palabras, su interpretación y
transmisión de amor.
Las venas de sus delicadas manos, reflejaban el duro
trabajo de tantos años y sus pasos interpretaban el
esfuerzo de su largo caminar.
Cuando tenía oportunidad, doblaba sus rodillas para
sentar en cada una a los pequeñitos;los enseñaba a rezar,
les hablaba del sagrario y de Jesús, el rey de los judíos.
Su actitud lo convertía en un poeta, sus años en sabio y
su entrega hacia los demás en un alma purificada.
Pablito, un noble e inocente monaguillo, una mañana lo
escuchó llorar frente al altar...
Se acercó silenciosamente a consolarlo, lo abrazó y besó.
El poeta de ojos tiernos, como muchos lo llamaban, tocó
las mejillas de aquél niñito y secándose las lágrimas sonrió.
_¿Por qué llorabas? Preguntó Pablito.
_De felicidad, inmediatamente respondió.
_Frunciendo su frentecita, volvió a preguntar...
¿Se puede llorar de alegría?
_Por supuesto, y más cuando Dios se hace presente en una oración.
Después de aquella pequeña charla, el poeta tomó la mano
de Pablito y juntos empezaron a rezar.
El tiempo transcurrió, hasta que las campanas
comenzaron a sonar de menor a mayor intensidad.
Cuando Pablito abrió los ojos, el poeta a lo lejos
comulgaba. La ceremonia estaba terminando.
Cuando Pablito se levantó, sintió que algo se cayó...
Era un hermoso corazón de cristal. Al abrirlo descubrió
unas bellas palabras grabadas; “Hoy te regalo mi corazón
para que te acompañe a donde quiera que vayas,
tu misión será elegir el mejor lugar”.
Luego de unos días, Pablito reaccionó preocupado,
porque dejó de ver, como todos los días a su viejo y
querido amigo, y por más que lo buscaba, nadie sabía nada.
Los días siguieron avanzando, hasta que un domingo por
la mañana, una carroza blanca,
elegante y blindada entró al lugar de oración.
Un cántico celestial amenizaba el encuentro que nadie esperaba.
El poeta de ojos tiernos, estaba junto a Dios, como todos los días
por la mañana, pero ahora de manera espiritual.
Pablito no lo podía creer, lloraba de manera incontrolada...
Hasta que una profunda paz invadió su corazón.
Bajó lentamente su mano y tocó su corazón de cristal.
Leyó nuevamente aquellas palabras y comenzó a cantar.
Cuando estuvo frente al ataúd de su amigo,
tocó a través del cristal el rostro del hombre del que aprendió tanto,
y a su costado le dejó una flor con otro recado:
“Te ha tocado irte, mi querido amigo,
pero siempre te recordaré y llevaré dentro de mi ser, a ti...
Mi maestro, mi poeta de ojos tiernos”.

Tardé solo dos minutos en escribir la última estrofa


   Elena Aguilar

Durante estos cuatro años, he caminado alrededor con las piernas amoratadas y marcas de mordidas en los brazos. He dejado que el viento y una que otra almohada ajena arreglen mi cabello con un look natural.
 
Durante estos cuatro años he permitido que tu tacto abandone los poros de mi piel, una o dos noches por semana, cada vez que compro un boleto redondo a las paradisiacas playas de mi propio egocentrismo.
 
Durante estos cuatro años, te he escrito más de mil quinientos versos, he leído más de doscientos libros y he tenido aproximadamente doce accidentes. Toma esto último como mejor lo puedas digerir, no daré detalles, esta vez se trata de un sencillo recordatorio numérico de que la tierra sigue girando.
A estas alturas, ya olvidé la fecha exacta de la última vez que me viste de esa manera.
A estas alturas, solo queda conmigo la sombra sonora de lo que fuiste alguna vez, mirándome con un cigarrillo entre las cuerdas, recargada en la pared a quince centímetros de la ropa sucia que use el día de ayer para una cita.
 
Son las nueve con cincuenta y cinco de una noche lluviosa en el cuarto jueves del mes de junio, hoy acepté quien eres, lo que significa la aparición de un personaje como tú en mi vida y estoy noventa y nueve por ciento segura de que no eres para mí.

De los miedos


Guillermo García Galeno

_ ¿A qué le tienes miedo?
A la oscuridad.
_ ¿Es eso o a imaginar
que algo te puede atacar?
Mmm, bueno sí, a que algo
Me haga daño.
_Entonces no le temes a la oscuridad.
Si lo piensas así, no, no le temo.
_Le tienes miedo a la imaginación.
¿Cómo le voy a tener miedo
a la imaginación?, es absurdo.
_Tú lo acabas de decir.
¡Te estoy diciendo que no!
¿Quién le va a tener miedo a imaginar?
_ ¿Duermes con la luz prendida?
Algunas veces
_ ¿Algunas veces o casi siempre?
Casi siempre
_ ¿casi siempre o siempre?
Siempre
_Entonces duermes con la luz prendida.
...si
_ ¿Por qué?
Porque…
_ recuerda que no le tienes miedo
a la oscuridad.
mmm… noo
_Temes imaginar que…
Me tengo que ir.

martes, 14 de junio de 2016

Dibujo: Luis Briones

 

Foto: Payus

 

Los sueños de Cecilia / Cecilia Ibarra

 
 
¡Ring, ring! Que sonido tan familiar, es mi teléfono, interrumpí mi
 
baile, tengo que contestar… atravesaba los pasillos rápidamente,
 
recuerdo este lugar es por aquí, una puerta más una más en la
 
habitación ¡Ring, ring! Corre… de donde salió ese perro, ahora juega
 
a que me está persiguiendo. Conozco este lugar ya mero llego, vuelta
 
por aquí ¡Carajo por aquí no es! Una ventana salgamos por ella
 
–Mira, ve por él, le dije al perro para que me dejara de seguir, ¡salta!
 
volví mi mirar ¿arriba de una barda? Donde los suelos inundados de
 
no sé parecía lava, al fondo un chico con capa negra hiso un
 
movimiento con la boca, pero no alcance a distinguir sus
 
movimientos y saber que había dicho, unos segundos después y el
 
Vampiro estaba conmigo, saltando bardas evitando caer, bien salta,
 
salta una más ¡oh no he caído! –Dos vidas, apenas y pude escuchar
 
las palabras del chico con capa negra. Al punto de partida, la misma
 
escena unos segundos después y el Vampiro estaba conmigo
 
alcanzándome con su mano para poder pasar –No pienses en este
 
lugar, no pienses que estás aquí o que vas a caer, dijo el Vampiro
 
–Pero como no pensar en ello, ya viste lo que hay debajo de nosotros,
 
mas no me permitió seguir hablando.


–Cecilia, canta tienes que pensar en otra cosa o caerás de nuevo, dijo
 
el Vampiro. Caminaba por la barda tambaleando un poco había
 
llegado el momento de brincar –Cecilia, piensa en algo mas o caerás
 
de nuevo, escuchaba decir al Vampiro, cerré los ojos y empecé a
 
cantar la primera canción que me venía a la mente, Si te pusieras un
 
momento a pensar cómo escribir tu propio himno de la paz, si la
 
codicia la curará una canción este mundo sería mejor… pareciera que
 
no era verdad pero funcionaba, ¡Recuerda que los días no
 
volveraaaan! Cecilia, nos escucharon ¿Sara? Los suelos empezaron a
 
agrietarse y comenzaban a abrirse, vamos tenemos que irnos o las
 
grietas no alcanzaran y caeremos en la oscuridad, corríamos y
 
corríamos hasta que llegamos a una extraña ciudad sin color sólo con
 
tapices blancos, negros y grises –mira tus huellas, cantaste muy alto
 
que se desataron los colores… ¡Son ellas! Escuche decir detrás
 
nuestro, tomé a Sara del brazo de nuevo empezábamos a correr,
 
mientras detrás de nosotras se desataba la algarabía,
 
persiguiéndonos con palos lanzando tinta negra para poder borrar
 
nuestro color – ¡No volverán a cantar nunca más, su voz se teñirá de
 
negro! escuchaba gritar una voz gutural, sin embargo, sentí un
 
jaloneo lo único que alcance a ver era un gran lago azul, pero caí en el
 
frondoso follaje de un árbol ¿pudiste ver algo? Pregunto Chabe –baja
 
de ahí y sigamos, decía Sara, eran ellas pero sus rostros
 
distorsionados estaban, pero eran ellas podía sentirlo, el cabello de
 
Chabe, el cabello de Sara ¡Eran ellas! Contemplé el paisaje en donde
 
estábamos, caminábamos por un lóbrego bosque, parecía que los
 
árboles estaban pintados con las misma tinta negra, pero a pesar de
 
ello gobernaba la paz y el viento soplaba suavemente, hasta perecía
 
que construían una melodía con gaitas, flautas y violines cuando
 
rozaba mi oído –escuchan eso, dijo Sara, vaya creí que sólo era en mi
 
imaginación pensé –vamos ,viene de allá, más adentro de los pinos
 
gigantes, dijo Chabe, cuanto más nos acercábamos era más audible
 
aquel sonido ¡vaya aquel lugar detrás de los pinos gigantes! un gran
 
ojo de agua rodeado de pinos, con aguas realmente cristalinas que
 
podría contemplarse lo profundo que era, arriba un sol muy brillante,
 
un muelle de madera y una barca con dos remos, eran los mismo
 
pinos los cuales construían tan hermosa melodía, mientras Chabe y
 
Sara quisieron contemplar tan hermoso paisaje desde el muelle, yo
 
quise sentirlo, remar por él, cerraba los ojos escuchando el sonido del
 
agua cada vez que remaba, la brisa que se sentía junto con el calor del
 
sol ¡Concha! Apenas alcancé a escuchar, abrí mis ojos, ¡pero cómo es
 
que llegué hasta aquí arriba! hice un movimiento con los remos, el
 
sonido del agua podía escucharlo mas no iba en el agua cada remo
 
me llevaba más arriba, miraba a Sara y a Chabe desde las alturas, la
 
madera empezaba a rechinar, se escuchaba como si la madera
 
crujiese y de un momento a otro se abrieron las tablas, mientras iba
 
cayendo pensaba, como saldría de ahí, esperaba un gran golpe pero
 
no fue así, alcance a mirar a Chabe y a Sara a través de las aguas,
 
miraba sus rostros bien definidos mientras se llenaban de agua mis
 
pulmones… y me salieron aletas.

Hundido / Jesús Alfonso Silva Iñiguez

 
 

Hundido con los pies enterrados en la arena

Sintiendo como va devorando esa piedra hecha polvo

Cada centímetro de mi cuerpo

Con la mirada al sol que se oculta

Sintiendo el vaivén de las olas

El tiempo pasa y ya no es posible ver nada de mi cuerpo

El último cabello de mi cabeza desapareció

Para dar paso a una playa desierta

Nadie pudo apreciar el espectáculo

Solo yo me entero de lo profundo que estoy de ahí

Sin moverme

Sin siquiera poder imaginar lo que me pasa

Sumergido en mis pensamientos

Hasta el momento que la respiración se detenga

Y mis pulmones colapsen con el resto de lo que fui.

Charles leonard

 
 

La sandía dejada de lado, la sopa helada, la olla quemada...
En medio del verano una flor de espinas de cristo abriéndose,

floreciendo de su frágil pedúnculo

En medio del verano un madro y jugoso mango con limón y chile Un reflejo de los anhelos de la niñez y olvidos de la senectud En un caudal de gente, como un alarido entre la multitud...


...una mano rozando otra.

La intensidad de tu agua y tu nitidez,

permean la sensibilidad de mis yemas y de mis córneas apagan y prenden en el momento en que la razón impacta como relámpago,

vuelve a mí el galope de nosotros, el galope del sueño acercándose,

mi mano bañada en sangre y estrellas de la barba de venus el incesante cortejo azulado hojas mordisqueadas por las orugas y lombrices los jugosos frutos de distintos tipos, acabados de madurar el tenue sol arrastrándose por donde se le da la gana siento que mi hora llega, tú mueres y luego llora,

mi alma llora, y yo...


...yo lloro, lloro por ti, oro, oro por ti, plata por mí, por mi boca,

inclinado de rodillas, rezándote, rezo por mi diosa,

rezo a mi diosa, rezo a ti, te rindo culto.
El cauce de tus caderas y su fluctuante agua heterodoxa
hacen de mí el cachorro hambriento, sediento,

primigenio que siempre he sido.

Hambriento y sediento de tu dulzura y pasión, tus bellos ojos.

Salivando por tu esencia.

Sonrisa

La sandía dejada de lado, a medio comer, la sopa helada... ahí, la olla quemada, chamuscada y con su contenido evaporado,
aún en la flama el canto de las aves por la ventana,
avisando su partida con Morfeo

elregaño, la aderezada indiferencia, sazonada por pícara felicidad y satisfacción

                                         adormecimiento hormigueo

Contigo en el fuego / Eric Saúl Cisneros Cisneros





Quisiera interrumpir en tu tiempo dándote amor adepto;

no tengo más que ofrecerte pues es tan solo eso.

Dispuesto estoy a consumirme contigo en el fuego.

Terminará tu ocaso y estaremos perdidos en la luz del cielo.

Quisiera escuchar tu voz en el silencio,

ayudarte con solo mirarte,

desnudar tu alma sin pena, ni tormento.

Quisiera embriagarte con mi presencia;

tal vez así te fortalezcas en la prueba.

Elevare mi voz como incienso en el templo,

por el momento solo para quedar en el sueño.

Esperare dormido la dicha de mi anhelo,

sé que podrás acomodarte dentro de mi pecho.

Intimista / Jesús Gonzavelaz

 
 

Soy contigo, amanecer… nocturnal,

cómplice del placer más íntimo.

Somos fenecer eterno y ocasional,
erotomaníacos del encuentro ínfimo.

Tu desnudez es fotografía en mi memoria,

el aroma entre tus senos habita, en mi olfato.

Mi lengua, es la sed quimérica de tu noria,

piel y tacto púdico son presa del desacato.

La intimidad… al ser, yo… ella.

El corazón al fruir, inhala suspiros,

exhala latidos fáunicos, en cada punción.

Erubescencia magmática que transpiro,

lava lingual volcánica, besos y erupción.

Conspiración del delirio…

Vivimos dentro del oasis sexual intrínseco…

Todo afuera es desierto, es nada.

El intimista…

Gurú fatídico de tu necesidad encarnizada,
a quien, tu frio abraza feral como la grama.10 LIBER


Fijación de la mirada inmóvil e hipnotizada,

ese… devenir propio, que persuade y trama.

Conozco tu sabor…

Cuando eres dulce y de betún tu boca.

Cuando iracunda, muerdes… desgarras

embriagante al esquivar la copa.

Sé a qué sabes, al caer en tus garras

(Tus deslizadas manos).

Eres amor, que acciona y desemboca.

Y escucho tónicos susurros mientras duermo,

donde me aclamas y sonámbulo te busco en cama.

Tus inermes sabanas impúdicas del invierno,

y tengo que ir hacia ti, hasta tu ardua calma.

Soy ese embelesar.

Arqueólogo de fósiles caricias,

Quien respira tus delicias.

Estoy en el todo conjunto y después

nada.

En el culmen… el sucesivo hastió.

Lengua sedienta de lágrimas y ciño,

orgasmal y empapada cascada.

Del fuego llameante al intenso frio,

frenesí de fugaz oleada..

Henchidos de intimidad.