Expresión Libre

domingo, 7 de septiembre de 2014

El reencuentro

Jesús Alfonso Silva Iñiguez

Otro día de escuela, es ya casi la hora de ir a clases y como siempre voy muy temprano. No sé por qué tengo esa maña de llegar a todas partes 2 horas antes. Tomé el camión afuera de mi casa y al llegar a la puerta tuve un presentimiento. Pagué mi pasaje y al dar la vuelta, la vi, era una de mis ex – novias, tenía años sin verla; la saludé sin pensarlo mucho, me pareció lo más lógico aunque ya no me removía las entrañas, como cuando la veía poco después de terminar. Sé que la relación no fue tan intensa como las historias de los libros, pero para mí fue importante, a final de cuentas fue la primera novia que tuve y la plática siguió así:
-¡Hola!
-¿Qué tal Juan?
-Todo muy bien, tú ¿cómo estás?
-Muy bien, ¿qué has hecho?
-Pues no mucho estoy estudiando.
-Órale que bien, yo me casé.
Esas palabras me taladraron el cerebro.
-No pues felicidades y ¿ya tienes bebé?
-Sí, tengo una hija.
-¡Qué chido!, me gustaría conocerla.
-Sí, está muy bonita.
-Claro me imagino, y tus hermanos ¿qué cuentan?
-Pues Héctor está estudiando  y Eva está viviendo con su pareja.
-Siempre me acuerdo de ustedes.
-Buenos tiempos aquellos.
-Por su pollo.
-Y ¿qué estudias?
-Estudio para ingeniero civil.
-Mira, quien te viera.
-Sí, ya sé.
-¿Hasta dónde vas?
-Me bajo aquí en la estación del tren.
-Te bajas pronto, yo voy hasta el centro, bien lejos.
-Sí, le cuelga un rato.
-Y ¿por dónde vives?
-Ahí donde me subí.
-¡Qué loco!, yo vivo a unas cuadras antes, en la terminal.
-Somos vecinos.
-Sí, nos vamos a ver seguido.
-Yo creo.
Voltee rápidamente hacia el frente y me percaté de que ya casi me tenía que bajar. Regrese  la vista a donde estaba ella y le dije:
-Ya me voy a bajar nos estamos viendo.  Cuídate mucho – me agache para despedirme de  ella con un beso en la mejilla  –.
-Adiós, luego nos vemos.


Acto seguido caminé hacia atrás del camión y me bajé.  En todo el día no dejé de pensar en ella y en aquellos tiempos locos  de inexperiencia,  de la alegría cuando me dijo que sí y la terrible tristeza de la ruptura. Pero también pensé  que de haber seguido con esa relación  yo sería padre de esa niña; muy probablemente no estaría estudiando, la vida es quizás una línea recta bien marcada, que es la que seguimos o lo que vivimos, pero hay otras líneas  punteadas de lo que pudo ser. Y todo esto  me pasó por la cabeza con aquel reencuentro.

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